La etapa de cambio de la infancia a la adolescencia es complicada. Implica muchas transformaciones, entre ellas las de cómo hacer el cambio de la habitación infantil a la habitación juvenil.
Septiembre es un mes perfecto para este tipo de cambios. Con la vuelta al cole y la llegada del otoño se renuevan los armarios, se comienza un nuevo curso y puede iniciarse, además, una nueva etapa en un cuarto totalmente transformado.
El cambio de la enseñanza primaria a la secundaria es el que marca, en muchos casos, la transformación de la habitación.
Las nuevas necesidades respecto al espacio son determinantes para dar el paso y cambiar de habitación. Una vez que el pequeño armario infantil, el escritorio o la decoración infantil ya no sirven, se puede aprovechar y realizar el cambio completo.
Un cambio de estilo total
Normalmente, lo primero que se tiene que hacer al cambiar una habitación infantil por una juvenil es vaciarla por completo y transformarla totalmente. Un cambio de cara que implica nueva pintura, accesorios de decoración infantil y nuevos elementos más acordes al estilo de un joven.
En algunos casos, los cambios influirán incluso en los suelos. Se puede decir adiós a las grandes alfombras o a las moquetas y dejar al descubierto el suelo de la habitación, sea este de madera o de cualquier otro material. Así como, pasar de los cabeceros infantiles a otros mucho más juveniles.
Los textiles de la habitación también dejan de tener vigencia y las cortinas de muñecos o las fundas nórdicas de superhéroes, por ejemplo, dejan paso ahora a otros modelos más en sintonía con la edad y con los nuevos intereses del adolescente, en Muemue encontrarás una gran variedad de colchones y somieres entre los que elegir.
Pero, sobre todo, los cambios tendrán que ver con la distribución de los muebles y con los mismos muebles que se escojan para la habitación, tal y como vamos a ver a continuación. Aprovechamos también para realizar algunas sugerencias útiles sobre muebles apropiados para habitaciones juveniles.
Menos espacio de juego y más espacio propio
Una de las principales diferencias en lo que es la distribución de la habitación de un joven respecto a la de un niño está en el espacio que se destina al juego. Mientras que el niño necesita sitio para sus juguetes y para disfrutar de sus juegos, el joven tiene otro tipo de entretenimientos y de prioridades.
En muchos casos, puede optar por una litera, igual que los niños, pero con una cama de madera grande y una pequeña para invitados en lugar de dos camas pequeñas. Así tendrá más sitio para tumbarse y disfrutar de la música o de las tecnologías. Los canapés con almacenamiento, como nuestro canapé con zapatero son otra alternativa perfecta para las habitaciones juveniles.
Los espacios de almacenaje para ropa también cobran mayor importancia. En la etapa de la adolescencia el aspecto comienza a ser una prioridad y nuestra cómoda de cuatro cajones disponible en diferentes colores permite guardar una gran cantidad de prendas perfectamente ordenadas y organizadas.
Un coqueto tocador de maquillaje también puede ser útil para guardar los primeros productos de maquillaje y arreglarse sin acaparar el cuarto de baño, sobre todo cuando se trata de un espacio compartido con los padres o con otros hermanos. Se evitan así discusiones y se consigue un lugar propio para acicalarse.
Cambios en la zona de estudio
La zona de estudios también va a sufrir muchos cambios. El joven necesitará más espacio para su formación con un escritorio juvenil por lo que se eliminarán espacios de almacenamiento como los baúles, más típicos para guardar juguetes, a favor de estanterías para libros. Y las mesas infantiles se cambiarán por espacios más amplios en los que poder colocar los útiles de estudio, el ordenador o cualquier otro elemento que sea necesario.
Igual que crecen los niños, también tienen que crecer las estanterías para dejar sitio a todos sus libros y materiales. La estantería Pastel de nuestro catálogo es perfecta para poder acomodar un gran número de cosas ya que tiene mucha altura, permitiendo, así, aprovechar el espacio al máximo.
Pero, seguramente, lo más importante en esta transición de habitación infantil a habitación juvenil sea el consenso. Ya no vale imponer el criterio de los padres y estos ya no pueden ser los únicos que tengan algo que decir en la decoración del cuarto. Respetando unos criterios y unos presupuestos, el joven debe de poder tomar decisiones al respecto y qué es lo que necesita para sentirse a gusto en su cuarto.
No es complicado saber cómo hacer el cambio de la habitación infantil a la juvenil, solo hay que entender cómo cambian las necesidades del joven y respetar sus gustos para que sienta que su habitación es su propio espacio y su pequeño reino.
